Muchas veces intentamos reflexionar sobre nuestro entorno, nuestra realidad. Es allí donde nuestra cabeza empieza a llenarse de conceptos e imágenes que aparecen todas juntas como en un film. La fotografía nos da la posibildad de plasmar lo que vemos y sentimos, y así comenzar a armar o dibujar con LUZ esa trama que es la vida. Como artistas fotográficos intentamos penetrar este laberinto de imágenes que vamos descubriendo a cada paso. Portentosos paisajes, retratos, identidades, fronteras, horizontes, soledades y silencios, fricciones y conflictos, sueños (no siempre cumplidos) en esta "tierra de realismo mágico, pero no utópica". La fotografía suele burlar al espectador con la promesa de un realismo que no es tal, porque aunque capta y congela un instante único, éste no es más. Pero, ahí están nuestros TRES OJOS capturando diferentes futuros tratando de amplificar el concepto de belleza, arte y verdad que nuestras imágenes conllevan. Visones de lo cotidiano para compartir con el otro.
Ésta es nuestra forma de brindarnos...

"Una fotografía es un secreto sobre un secreto. Más se dice, menos usted sabe".
Diane Arbus


sábado, 31 de julio de 2010

Epecuén, el olvido

La leyenda dice: “ Epecuén era la hermosa hija de cacique puelche Lancovuta. Codiciada por los príncipes de todas las comarcas del imperio, el cacique prometió desposarla al ganador de un torneo de lanzas y escudos. El ganador fue un apuesto joven llamado Carhué (corazón puro, en puelche). La pareja fue feliz muy poco tiempo, porque Carhué fue presa de una extraña parálisis. Tantas lágrimas derramó Epecuén que se formó una laguna en la cual su esposo se sumergió para curar, milagrosamente, su dolencia.”









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