La leyenda dice: “ Epecuén era la hermosa hija de cacique puelche Lancovuta. Codiciada por los príncipes de todas las comarcas del imperio, el cacique prometió desposarla al ganador de un torneo de lanzas y escudos. El ganador fue un apuesto joven llamado Carhué (corazón puro, en puelche). La pareja fue feliz muy poco tiempo, porque Carhué fue presa de una extraña parálisis. Tantas lágrimas derramó Epecuén que se formó una laguna en la cual su esposo se sumergió para curar, milagrosamente, su dolencia.”
sábado, 31 de julio de 2010
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